Sedación consciente
El miedo al dentista suele ser una fobia bastante habitual en nuestra sociedad, y prácticamente todos, conocemos en nuestro entorno a alguien que la padece o la ha sufrido.
Normalmente, se produce como consecuencia de temores infundados, que poco tienen que ver con la realidad de la consulta, o bien están relacionados con alguna mala experiencia que haya tenido lugar en el pasado.
Muchas personas sufren tan solo de pensar que tienen cita con el dentista, e incluso pueden llegar a pasar varios años sin realizar una sola visita a su odontólogo, poniendo en grave peligro su salud bucodental.
Por suerte, cada vez son menos los pacientes que sufren este tipo de miedo, pero si aún eres de las que les ocurre, la sedación consciente puede ser una buena solución.
¿En qué consiste realmente la sedación consciente?
Dos son las técnicas que se encuentran bajo este concepto: la sedación consciente intravenosa y la sedación consciente inhalatoria. El objetivo de la sedación consciente es ayudar al paciente a entrar en un estado de relajación y bienestar, previo y durante el proceso de tratamiento dental que se le vaya a realizar, con el fin de que los profesionales puedan realizar su trabajo con total normalidad y la visita sea lo más ‘’placentera’’ posible. El dentista será el encargado de determinar qué tipo de sedación consciente es más recomendable para cada caso.
En la sedación consciente intravenosa se utilizan fármacos sedantes por vía intravenosa, con el fin de controlar ese estado de ansiedad que a veces se produce al someterse a un tratamiento dental. Suele utilizarse para tratamientos de larga duración y de mayor complejidad, como las cirugías dentales.
En este tipo de sedación se utilizan medicamentos de rápida asimilación por el organismo, lo que hace posible que en cualquier momento se pueda controlar la dosis y que el paciente recupere su estado habitual rápidamente una vez finalizado el trabajo del dentista.
No obstante, para realizar este tipo de sedación consciente es imprescindible que el proceso sea dirigido por un anestesista, el cual se encarga de regular la dosis y de controlar el pulso cardiaco del paciente durante todo el tratamiento.
En la sedación consciente inhalatoria, el paciente respira por una mascarilla nasal una mezcla de gases a base de óxido nitroso, que el dentista administra según las necesidades del paciente. Esta inhalación produce un profundo estado de relajación, que le hará controlar su ansiedad facilitando el trabajo de los profesionales.
Este tipo de sedación consciente resulta totalmente seguro y eficaz. Además, sus efectos suelen actuar con rapidez y el paciente recupera su estado normal en pocos minutos, una vez finalizado el tratamiento.
Cabe mencionar, que una persona que se somete a un tratamiento con sedación consciente, no pierde el conocimiento en ningún momento, ni se altera su percepción sensorial, de la manera que ocurriría con la anestesia general. La sedación consciente es simplemente una técnica para logar la relajación del paciente, estando controlado en todo momento por los profesionales competentes.
¿En qué casos está indicada?
Se trata de un método disponible para cualquier tratamiento, se realiza directamente en la misma clínica odontológica y suele estar recomendada para aquellos pacientes que padezcan miedo o ansiedad en la consulta del dentista.
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