Verano y salud dental (I): Aumento de la placa bacteriana y halitosis
Durante los meses de verano, con la llegada de las vacaciones, existe un riesgo mayor de que se acumule placa bacteriana en nuestros dientes. Este aumento se produce como consecuencia de cambios en nuestros hábitos (disminuimos la frecuencia del cepillado, descuidamos la alimentación, etc.) y puede provocar un empeoramiento de la salud gingival.
Es cierto que en verano no prestamos tanta atención a nuestras rutinas habituales, descuidamos la alimentación, la higiene bucal y otros hábitos saludables, debido a que utilizamos el tiempo libre para otro tipo de actividades. Sin embargo, es importante recordar lo necesario que es mantener una buena higiene bucodental y tratar de cepillar nuestros dientes al menos 2 veces al día, preferiblemente cada noche y después del desayuno. Además, al disminuir la frecuencia con la que nos cepillamos los dientes, es recomendable que las veces que lo hagamos le dediquemos el tiempo suficiente (2 minutos mínimo) y realicemos también una correcta limpieza interdental.
Pero además, si a la disminución de nuestra higiene bucal durante las vacaciones añadimos un incremento en la ingesta de bebidas alcohólicas y/o del consumo de tabaco, es bastante probable que aparezcan problemas bucodentales, como afectaciones periodontales, mayor riesgo de caries o incluso halitosis. No obstante, también hay alimentos que tienen un efecto positivo en nuestra salud bucal y de los que podemos disfrutar en verano, como las ensaladas, frutas y algunos lácteos.
Por supuesto, para evitar el temido mal aliento, además de mantener una buena higiene oral, es muy importante una ingesta frecuente de agua que ayude a mantener el flujo de saliva y la hidratación de la mucosa oral.
Por lo tanto, es una buena opción llevar siempre con nosotros un cepillo de dientes o un kit de limpieza bucodental, para tenerlo siempre a mano después de cada comida. Los chicles sin azúcar pueden ayudarnos a mantener a raya la acción de las bacterias, en casos en los que no podamos cepillarnos. Si somos responsables durante las vacaciones y mantenemos los buenos hábitos de salud bucal, evitaremos una visita de urgencia al odontólogo a la vuelta de vacaciones.
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