Verano y salud dental (III): consideraciones especiales en niños
Como ya sabéis, en las anteriores entradas sobre salud dental y verano, hemos querido hacer hincapié en algunos de los factores que más influyen a la hora de cuidar nuestra sonrisa durante el verano. Hoy queremos detenernos en algo que preocupa especialmente a padres: la salud de nuestros hijos:
Con la llegada del buen tiempo, es irremediable que los más pequeños (aunque también los mayores) se animen con más frecuencia a realizar algún deporte al aire libre: ir a la piscina, a la playa, salir con la bicicleta, etc. Este hecho, que sin duda supone un gran aporte de beneficios para nuestro cuerpo, es algo sobre lo que también debemos prestar especial atención, pues puede suponer una contraprestación negativa para nuestra salud dental. Y es que a más actividad física y deporte, más posibilidades de sufrir un traumatismo dental, estadística que se dispara cuando hablamos de niños, menos conscientes de los peligros que se esconden en estas actividades, y por tanto más expuestos a sufrir este tipo de urgencias.
Además, en verano también suele producirse un aumento de caries y enfermedades periodontales. Entre las principales causas, encontramos el incremento considerable del consumo de bebidas azucaradas y la tendencia más acentuada a ingerir alimentos entre horas o comer fuera de casa. Sin duda, debemos vigilar estos hábitos en nuestros hijos, para evitar posibles problemas en el futuro.
La sensibilidad dental también es frecuente en verano, como consecuencia del consumo de bebidas frías, refrescos o helados. Por otro lado, el calor, una mayor exposición al sol y el aumento de la actividad deportiva, provocan que nuestro organismo pierda mayor cantidad de agua y tenga que realizar cambios con el fin de mantener la hidratación y concentración de sales necesaria. Es muy importante mantener una hidratación adecuada para nuestro organismo, sobre todo en niños, realizando una ingesta regular de agua o bebidas sin azúcar, así como un consumo habitual de frutas y verduras. Además, en el caso de que se realicen actividades deportivas, es necesario que nos hidratemos con mayor frecuencia.
Sin duda, todo cuidado es poco. Aprovechar esos pequeños espacios del día para cuidar nuestra salud e higiene dental es fundamental para no tener que realizar una visita urgente a nuestro dentista a la vuelta de vacaciones.
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